La técnica de composición de la Gioconda hace que esta sea una de las obras más estudiadas de la historia del arte y por los artistas aprendices. Es apreciada por su encuadre muy moderno, como un retrato que se podría realizar en nuestros días. Más sutilmente, se crean efectos ópticos por la ubicación de los ojos de la joven y su sonrisa discreta. Hay quienes dicen que se siente la impresión de ser observado constantemente por la Gioconda, cualquiera sea la posición desde la que uno la mire. Esta anécdota demuestra los conocimientos científicos y anatómicos de Leonardo Da Vinci. En cuanto a la célebre sonrisa de la Mona Lisa, hay testimonios de que un grupo de músicos tocaba durante las horas de trabajo del pintor para que ella mantuviese esa actitud alegre.